MI ABUELO TORNERO (poema de Adalberto Galli)
Con música de Verdi
torneaba la madera aquel viejo italiano
y eran Gigli, Carusso o Tito Schipa
quienes le daban toda la armonía
al pie de aquella copa de madera que torneaba.
La Galli Curci, la Pons y la Tebaldi
coloreaban con trinos de sus voces
la obra terminada.
Y era tan grande la perfección del arte
del viejo que rapeaba
que Cristo, que había muerto en un madero,
retornaba glorioso y toda vida para ofrecerse a diario
desde un precioso cáliz de madera torneada.