CASI PAISAJE (Poema de Domingo Adalberto Galli)
Cuando empieza a clarear le van naciendo
las cosas al paisaje.
Le nacen despacito, sin pedirle permiso.
Le nacen con vergüenza.
¡Pero siempre le nacen y le nacen con su terca nostalgia
gritando que allí estaban;
aguardando en la noche aunque nadie las viera!
Eso tiene el paisaje que se pierde en las sombras
y que, al clarear, como si fuera un displicente príncipe
de algún renacimiento que se perdió en el tiempo,
su boato, sus rasgos y sus gestos recupera
mientras bebe ese sol recién nacido en copa de oro
o en copas de neblina o de tormenta.
Cuando comienza a clarear comienza el rito
que nos va desgastando poco a poco, hasta que llega un día
en el que, al salir aquel sol, ya no lo vemos.
¡Y cuando nace el sol nacen los pájaros
que se habrán de morir cuando el sol muera…!
La noche está tranquila, trasnochando.
¡Ella se ha asegurado la luz de las estrellas,
la luz de los relámpagos,
la luz de los cometas…!