«DÍA DE LA BANDERA. HOMENAJE BELGRANO» (Escribe: Guillermo Jorge) Correo de Lectores
Decía Leopoldo Lugones: “la justicia con los muertos consiste sobre todo en liberarlos del olvido» y los argentinos jamás permitiremos que desaparezca el nombre de Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, el que por siempre permanecerá escrito con cifras de luz en el piélago azul de nuestro cielo Patrio.
Honramos hoy a la bandera que nos une y nos identifica, y al hacerlo aparece ante nuestros ojos la imagen de su creador, cuya pureza diamantina se transmite a todas las páginas de la historia que evocan a este gran hombre de bondad inagotable y superior inteligencia.
Se destacó en todos los ámbitos en que desenvolvía su enorme capacidad creativa. Planeó entre otras cosas un vasto programa de educación pública, pues afirmaba «no hay objeto más digno de la atención del hombre que la felicidad de sus semejantes». Fue realmente un precursor y sufrió «»el castigo que merecen los que marchan adelante»».
Fue combatido en su época muchas veces, pero él puso toda su fuerza tesorera en favor del adelanto del País y luchó contra la ignorancia sosteniendo la necesidad ineludible de la escuela y fue un virrey, Cisneros, el primero que le dio la razón al decretar la obligación de los padres de matricular a sus hijos.
Sus iniciativas públicas y privadas, sus traducciones de textos alemanes, franceses e ingleses chocaron con la chatura de la ciudad virreinal y tuvo que resistir hasta el fin de sus días la incomprensión de sus semejantes y el áspero dolor de todas sus injusticias.
Por su labor escrita Belgrano fue el «Precursor Revolucionario». Desde las páginas del «»Correo de Comercio»» sostuvo la necesidad de afirmar la LIBERTAD de PRENSA como base de toda ilustración ciudadana. Es necesaria -decía- para la instrucción pública, para un mejor gobierno de la Nación y para su libertad civil, es decir, para evitar la tiranía de cualquier gobierno que se establezca.
He releído con gozo -confieso- la historia de este gigante de nuestra historia y entiendo que rescatando frases de su autoría o de las que de él se han escrito, es la firma más acreditada para conocer la nobleza de su espíritu, la disciplina que inspiró todo su valor y el AMOR desinteresado por la tierra que lo vió nacer, a quien lego Todo, incluyendo sus Bienes y su Vida.
Cuántos ejemplos dejó a una posteridad que en lugar de copiarlos los desvirtúa a tal punto que hoy solo se habla de ignorancia, sobresueldos, injusticia, corrupción, por nombrar algunos de los muchos males que sufre nuestra PATRIA, parida por hombres que como Belgrano soñaron para ella un destino de grandeza, destino que parece desvanecerse en manos inescrupulosas de muchos que lo sucedieron, incapaces de cumplir el legado de sus héroes.
Por eso, no basta con recordar a nuestros prohombres, es hora de retomar el verdadero camino y para ello es preciso dejar de ser espectadores para convertirnos en protagonistas de nuestra historia, apoyando a quienes lo merecen y luchando contra quienes traicionan nuestros sueños, nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos.
La Argentina debe ponerse de pie y todos debemos contribuir dejando de lado rencores e intereses personales, con la misma Fe que tuvo Belgrano en el triunfo de su ideal revolucionario, diciendo con él: “es preciso vencer todos los males y a todos los enemigos de la Patria que por todas partes nos amenazan».
Cumpliendo con su maravillosa herencia habremos contribuido a quitar el designo de sus últimas palabras. :»» HAY PATRIA MÍA!!!»» Renovando la esperanza en un futuro que nos merecemos y no podemos postergar.
Guillermo O. Jorge