DESLIZÁNDOME – POEMA DE DOMINGO ADALBERTO GALLI, EXTRAÍDO DEL LIBRO «VEINTICUATRO PINTORES Y UN POETA»
Me deslicé tocando cada cosa
aprendiéndolas en todos los contactos
que realicé con ellas.
Mi pie de andar los pasos
conoció de caminos, de raíces, de charcos,
de absurdos desniveles
y hasta de la amenaza del abismo de algún plano inclinado.
Mis ojos se cegaron en la luces,
en las sombras oscuras
y en el delirio de miles de colores que pintan el paisaje.
Con el oído me jugaron ecos y susurros y gritos,
y vagidos y silbidos del viento entre los cables
mientras la piel se me tornaba pétalo en el viento,
arena en las caricias no queridas
y miel en las deseadas.
Así, ruido, sendero, prisma de luz,
fui deslizándome entre todas las cosas
hasta que fui fatiga
hasta ser pedregal o médano cambiante
y hasta fui la distancia
fui como un perro dócil que acompaña mis pasos.