Poesía, Narrativa y Ensayo
15 de marzo, 2018
Escribe: Claudio A. Giglio.
Los seres vivos, con excepción del hombre y los mamíferos marinos, tienen dos finalidades ancestrales: procrear y alimentarse.
El hombre, que es el único con posibilidad de cambiar costumbres tribales, casi leyes, y con los cambios en su educación, influida por distintas actividades sociales, políticas y religiosas, ha ido mutándolas, perdiendo la finalidad de la vida, y se ha transformado en goce lo que debe ser persistir. Y a medida que se ensucia ese cambio moral, se producen consecuencias que son las que estamos padeciendo.
La solución: comenzar de nuevo, y el lapso para solucionarlo, semejante al que se tardó en modificarlo para mal.
Claudio Giglio
DNI 4134981
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